Porque creo para y con las infancias?
por Flor Delgado - Uruguai
Flor Delgado
Porque creo para y con las infancias? Esta pregunta es un gran ejercicio de memoria. Memoria de muchas personas, momentos y contextos que han marcado mi vida y el devenir de ser bailarina, creadora y docente.
Creo que todo empieza en mi propia infancia. Tuve la suerte o quizá el privilegio que de niña me llevaron a la academia de danza del barrio, sin dudas esto marcó mi vida para siempre. La casa de Iris era una escuela de danza en una casona enorme en medio de un jardín más enorme, lleno de árboles y naturaleza. Allí no solo bailábamos, esa casa era un refugio, un espacio de aventuras, de juego, de pertenencia, de amigas con las que crecí. Iris Mouret me enseñó a amar la danza, porque ella amaba danzar y su pasión se me metió en el cuerpo. Esa casona era mi segunda casa, allí bailábamos, hacíamos nuestros vestuarios, merendábamos, jugábamos y volvíamos a bailar. Fue con ella que empecé a bailar en escenarios muy de niña, así que de muy pequeña andaba de gira con bailarines profesionales y para nosotras todo esto era un juego, lo vivíamos con naturalidad, desde el disfrute. Este espacio de libertad, de seguridad, de creación sin duda marcó mi futuro.
Años más tarde cuando puse mi propia academia en mi casa, mi jardín estaba lleno de niño/as que venían a danzar, pero que también sentían esa casa como propia, para mi esto era lo aprendido, generar un espacio de amor, contención, alegría, danzar es mucho más que mover el cuerpo, es una manera de ser y estar en este mundo. Por allí pasaron muchas niñas que ahora son mujeres, muchas de ellas hoy bailarinas que me han acompañado en diversos proyectos y creaciones.
Comencé a dar clases muy joven, en mi propio salón y en otros espacios y cómo lo aprendido para mi en lo de Iris, siempre buscando que las infancias tuvieran donde compartir y vivir la experiencia de mostrar lo que hacíamos en el salón. Es así que creamos ENREDANZA junto a Triana Fernández y Daniela Marrero amigas y colegas, todas dábamos clase a infancias y observamos que no había espacios donde nuestro/as estudiantes compartieran sus danzas y que a su vez fuera un espacio de intercambio y aprendizaje entre los docentes. Fue entonces que en el 2003 hicimos nuestro primer ENREDANZA Encuentro de Danza para infancias y a partir de allí esto fue como una bola de nieve que fue creciendo y creciendo. Para nosotras fue una necesidad el crear este espacio, pero a la vez se dio en un contexto donde muchos espacios de formación también se fueron sumando al Encuentro, confirmando que este espacio era necesario e inexistente hasta el momento. ENREDANZA fue tomando cada vez más fuerza hasta consolidarse en un proyecto gigante con 10 ediciones en Uruguay y 4 en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia.
El crear piezas de danza para las infancias surge entonces también como consecuencia de este vacío que estábamos llenando con ENREDANZA. En la segunda edición decidimos que al finalizar las muestras hubiera un espectáculo para las infancias y nos dimos cuenta que en Uruguay no había creaciones de adultos profesionales en danza contemporánea que crearan pensando específicamente en este público. Y fue así que junto a Daniela, Triana y Federica Folco en el 2005 creamos nuestra primera pieza de danza para infancias. No teníamos referencias, no conocíamos otras compañías que hicieran eso ni en Uruguay ni en otro lado. Esta primera pieza se llamó “Soplaré....soplaré” creada para presentar en el Encuentro pero luego la hicimos en diversos teatros y espacios, marcando para mi un inicio de creaciones que hasta hoy no ha parado.
Fue allí entonces como surge dentro de ENREDANZA además del Encuentro el FESTIVAL. A partir de este primer mojón comencé a investigar y buscar por el mundo propuestas de danza para las infancias con la necesidad de aprender y compartir con otros artistas el deseo de crear para este público. El Festival año a año fue tomando más fuerza, pudimos acceder a fondos y apoyos para traer compañías del extranjero. También surgen dentro de ENREDANZA los espacio de reflexión y los talleres de formación tanto para infancias como para adulto/as y más adelante el espacio de Jóvenes Creadores, ya que las infancias que en un primer momento fueron parte de los Encuentros de Escuelas ya eran jóvenes creando sus propias piezas por lo que fuimos necesitando darles nuevos lugares. Todo esto ha sido para mi una gran escuela, donde además de aprender a gestionar un enorme evento que movió a muchas personas, infancias, adolescente, jóvenes, familias, docentes, artistas, instituciones, el intercambio con todos estas propuestas y artistas que fuimos invitando a participar del Festival fue el motor y sentaron las bases de todo lo que fuimos creando y desarrollando, aprendiendo de las necesidades de este público y como es brindar, crear y gestionar espacios para y con las jóvenes audiencias.
Así fueron llegando otras creaciones, en el 2009 junto a Isabel de Mello, Monica Secco y Roque Bellini creamos “Los Cucas”. Esta pieza surge nuevamente de mis propias experiencias de niña. Me gustaba mucho leer cuentos de ciencia ficción, todas esas historias de viajeros al espacio, paisajes extraños, otros mundos más allá del nuestro me fascinaban. Es así que surge esta puesta donde cuatro viajeros del espacio llegan a la tierra a investigar el planeta Tierra y se encuentran con la risa que se llevan como trofeo. Esta obra fue creada en el espacio de investigación que nos abrió la Escuela de Danza de la Municipalidad de Maldonado de la mano de su directora en ese momento Lila Nudelman (quien fue bailarina del Taller de Iris Mouret cuando yo niña y que veía con gran admiración en los escenarios), en esta Escuela todos trabajábamos como docentes de muchísimas infancias que iban allí a formarse como bailarines, por lo tanto estábamos en permanente contacto con niños y niñas.
Por esos años también creamos ECOS junto a Isabel de Mello, Santiago Santos y Clara de León, hija de Isabel. Clara tenía 8 años y fue una experiencia hermosa y desafiante. ECOS trataba sobre el juego, sobre reivindicar el juego y el jugar, sobre mantener vivos los juegos que nos han acompañado y se han transmitido generación tras generación. Lo más interesante de esta creación y su proceso fue el compartir y crear con Clara la pieza, su presencia nos enseñó a estar presentes en cada momento, a generar un entorno de disfrute y de juego a aprender y entender como hacer escuchar su voz. Clara no era una niña puesta en escena, era parte del todo, fue una experiencia muy enriquecedora como creadora y persona, dejarme contaminar y nutrirme de su mundo. Con esta obra recorrimos muchas escuelas y teatros, inclusive viajamos a festivales en el extranjero. La presencia de Clara era crucial, lo/as niño/as se sentían identificados, empatizaban con su presencia en el escenario, al terminar todos le hacían preguntas y querían conversar con ella.
Ya en el 2013 creamos junto a Daniela Marrero VERDANZAR que comenzó como un ciclo de danza para infancias. Algo inexistente en el Uruguay hasta el momento. Ya hacía unos años que estaba ENREDANZA pero sucedía una vez al año. Con este Ciclo queríamos generar espacios sostenidos de experiencias escénicas de danza para las infancias, es entonces que con estas primeras obras invitamos a Macarena Prada, Josefina Piñeirua, Camila Romero y Valentina Kaplan a reponer “Soplare...soplare” más adelante se incorpora Marco Penna y repusimos “Los Cucas”. Este ciclo fue un arduo trabajo de abrir caminos, ya que en general eran propuestas muy diferentes a las que estaban acostumbradas las familias o docentes a llevar a las infancias al teatro y de romper con el imaginario de la danza como la bailarina en tutú, moño y zapatillas. Pero de apoco y persistentemente fuimos instalando el Ciclo en el cual también invitamos a compañías extranjeras, continuando con el deseo de intercambiar, aprender y abrir nuevos espacios para la danza.
VERDANZAR entonces se consolida como una plataforma de creación y circulación de danza para las infancias que continúa hasta el día de hoy. A este proyecto además de los ya mencionados se sumaron y participaron en las posteriores creaciones otros artistas que aportaron con sus cuerpos afectivos y creativos a pensar y diseñar estas propuestas escénicas; Maite Scala, Ana Clara Villalba, Fernanda Piñeirua, Rodrigo Vignolo, Alejandro García.
En el 2016 creamos PROVOCACIONES a partir del concepto de reciclar y de la transformación. Con cajas de cartón como objeto de provocación para el juego fuimos creando un mundo donde todo era movible, cambiable y resignificable. A partir de esta creación fue parte fundamental en los procesos creativos como metodología, el intercambio directo con la infancias, es así que en todos los procesos posteriores siempre hubo instancias de encuentro para compartir el material que íbamos creando u otras veces solo tomarnos el tiempo de observar lo que hacen las niñeces, a qué juegan, cómo se mueven, que las motiva?.
Provocaciones surge de estas observaciones, de dejar que los niño/as jueguen con cajas y ver que sucede. Nos interesaba investigar en cómo podemos entrenarnos para que las infancias puedan ser parte de las propuestas activamente, dejar que intervengan y nos modifiquen. El desafío era hacer una obra que no fuese cerrada, sino tan abierta como para permitir que los niño/as se sintieran invitados a entrar a la escena y nosotros tener la capacidad de integrar sus propuestas a la nuestra. Sin duda un gran desafío porque tampoco nunca habíamos visto nada parecido. Nuestro entrenamiento entonces consistía en escuchar, percibir lo que estaba sucediendo, trabajar la presencia escénica de estar en el presente constantemente, de poder ser flexibles. A partir de nuestra estructura base y un hilo dramatúrgico que fuimos creando con el objeto, los cuerpos y el espacio, a partir de ciertas acciones ir conduciendo a lo/as niño/as a apropiarse de la escena. Esto fue un experimento muy movilizador y de aprendizajes muy significativos, porque en general los adulto/as queremos tener todo bajo control y sobre todo cuando se refiere a las infancias. Fue un ejercicio de despojo de nuestro ego, irruptivo y desectructurante. Tanto para nosotro/as como para los adulto/as que acompañaban a lo/as niño/as a ver la obra, pues en general se les pide que se queden quietos, que no hablen, que no invadan el espacio escénico y nosotros proponíamos todo lo contrario que sean niño/as, que nos invadan, nos contaminen con su mundo.
La siguiente creación surge con la necesidad de salir a la calle, crear una propuesta que irrumpa en la vida de la ciudades, que las niñeces tomen la ciudad. A partir de la pregunta ¿donde juegan las niñeces? es que surge DE PASO. Con esta obra hicimos muchas presentaciones. Se le proponía al público realizar un recorrido de un espacio cerrado, donde se les convocaba (teatro, sala, escuela, etc, etc) a un punto cercano en el espacio público (plaza, vereda, parque) transitando un camino que íbamos guiando los performers invitando al público a involucrarse en el recorrido, llegado al punto desplegamos un tablero pintando con tizas donde todo/as participaban creándolo. Esta acción fue otra experiencia de singulares aprendizajes, crear en espacios públicos con las niñeces con sus formas particulares de habitarlos, niño/as jugando con adulto/as, adulto/as jugando como niño/as!!!. Entendiendo que las ciudades no están preparadas, pensadas, diseñadas, ni dispuestas a que las niñeces se sientan seguras e invitadas de ser parte activa del paisaje urbano, esta obra se propuso generar un diálogo y una acción concreta donde reivindicar el derecho de las infancias a ocupar la ciudad desde un espacio cuidado y de disfrute y una invitación a que les adulto/as involucrados, tanto los que nos acompañaban como los que estaban en el espacio y nosotros/as permitiéndonos un cuerpo adulto/a qué juega, abriendo una fisura en los estereotipos de cómo se debe ser y estar en los espacios comunes.
En el 2021 surge TOPA!, en plena pandemia COVID ganamos un fondo para su creación. Con esta nueva propuesta el motor creativo estuvo puesto en volver a la sala de teatro, que paradójicamente en ese momento no estaban habilitadas, así que nos embarcamos en esta nueva creación con toda la complejidad del momento. Finalmente estrenamos a inicios del 2023. Nuestras últimas dos propuestas habían sido para espacios no convencionales y queríamos volver a jugar con las posibilidades que nos da el teatro para crear mundos imaginarios, las luces, la oscuridad, el sonido, el vestuario. En TOPA! La inspiración para su creación surge desde la importancia y el deseo del encuentro y como esto nos potencia, la belleza de lo diverso y la danza como un ritual de agradecimiento a la vida.
En todo este tiempo siempre además de las creaciones para infancias he sido docente de danza y artes escénicas en escuelas y espacios diversos de formación. Las infancias son para mi inspiración y me colocan en un constante aprendizaje. Lo/as niño/as son irruptivo/as, desafiantes, nos interpelan y me colocan en constantemente cuestionamiento sobre mi ser adulta, mis conductas, mis creencias, mis prácticas. Agradezco que me permitan ingresar a su mundo, a su visión del mundo con la particularidad de cada uno/a, que me hagan reír, llorar, reflexionar, que me permitan jugar, que me dejen contaminarme de su creatividad, imaginación y sensibilidades.
En este mundo adultocentrista, capitalista e injusto, donde la desigualdad está a la vuelta de la esquina y donde lo/as niñeces son lo/as primeros perjudicados por el abuso y la violencia que ejercemos día a día lo/as adulto/as, debemos hacernos cargo y cuestionarnos constantemente, apostar y aportar para que crezcan en entornos amables, cuidados, brindarles espacios de confianza y respeto. El arte es un espacio vital para las personas, nos permite conocernos, expresarnos, aprender del mundo, crearnos un mundo propio, imaginar cómo queremos que sea. Es un refugio que no permite darle sentido a la vida. Desde esta memoria de mi propia infancia creando, danzando, jugando, que marcó para siempre mi vida, es que he elegido estar cerca de ello/as, estar de su lado, es la manera que he encontrado para apostar a un mundo más diverso, inclusivo, amoroso, que nos contenga.
Finalmente quiero agradecer infinitamente a Uxa Xavier y “Lagartixa na Janela” a quienes conocí en el 2013 cuando las invitamos por primera vez a participar de ENREDANZA y que a partir de allí hemos mantenido una red de constante colaboración, intercambio y amistad. Gracias por invitarme a poner en ejercicio la escritura y la memoria, a traer mi historia y a tantas personas que me acompañan y que le dan sentido a mi vida.